IRU reúne a diferentes líderes europeos para buscar soluciones sostenibles en el transporte
En un contexto de creciente urgencia climática, los operadores del transporte por carretera en Europa están dando los primeros pasos hacia la modernización de sus flotas, incorporando vehículos más limpios y ajustando sus operaciones. No obstante, la transición hacia un sistema descarbonizado requiere más que voluntad empresarial, necesita un respaldo político claro, coordinado y eficaz. Así lo subraya la Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU), que encabezó un evento de alto nivel el pasado 3 de junio en Bruselas.
Bajo el título “Descarbonización del transporte por carretera en la UE: Soluciones para 2030 y más allá”, la jornada reunió a responsables políticos, representantes del sector y otros actores importantes en la Representación del Estado de Baden-Württemberg ante la Unión Europea. El objetivo fue, entre otros, transformar los compromisos climáticos en medidas concretas que puedan implementarse a corto y medio plazo, sin perder de vista la competitividad y la movilidad sostenible en el continente.
El reto no es menor. A solo cinco años del límite establecido por la UE para alcanzar una reducción del 45 % en las emisiones de CO₂ de los vehículos pesados respecto a los niveles de 2021, el sector encara una cuenta atrás exigente. Si bien las empresas ya están adoptando tecnologías de bajas emisiones, la falta de marcos normativos claros, financiación suficiente e incentivos eficaces pone en duda la posibilidad de cumplir con los objetivos a tiempo.
Raluca Marian, directora de la IRU en la Unión Europea, recalcó que “el compromiso del sector ya es visible en la renovación de flotas y la inversión en soluciones sostenibles”. Asimismo, ha advertido que este esfuerzo “necesita el respaldo de políticas coherentes, especialmente teniendo en cuenta que la mayoría de las empresas del sector son pequeñas o medianas”.
Durante el evento, también participaron representantes de instituciones europeas, gobiernos nacionales y sectores estratégicos como el transporte, la energía, la logística y la financiación compartan propuestas prácticas. Entre los temas a tratar se incluyen el acceso a financiación, la ampliación de infraestructuras, el impulso a la producción de vehículos de cero emisiones y el papel de los primeros adoptantes como impulsores del cambio.
La clausura corrió a cargo del ministro federal belga de Movilidad, Clima y Transición Ambiental, Jean-Luc Crucke, quien ofreció una reflexión sobre los avances logrados y la perspectiva nacional en este proceso de transformación.
El encuentro ha representado un hito importante para alinear la ambición política con las necesidades reales del sector, fomentar el diálogo y encontrar soluciones viables que permitan avanzar con decisión hacia un modelo de transporte más sostenible y resiliente en Europa.
